Eduardo LeBlanc, Nace en Valparaíso, Chile y siempre ha vivido allí, aunque estos últimos dos años ha estado entre Santiago y Valparaíso por cosas de Trabajo y Estudios. Diseñador de la Universidad de Valparaíso, ha estado perfeccionando su técnica en torno al lettering y caligrafía. Dedicado también a la ilustración que van complementadas de líneas gráficas desprendidas de las antiguas técnicas de impresión, como el grabado, xilografía, la misma serigrafía, etc. Todo parte desde la inquietud por la tipografía, que cuenta es la disciplina que le apasiona. En este momento se encuentra volcado en un 80% en sus proyectos con Gentecomun, de manera independiente, y también dedica parte de su tiempo a la docencia.
“Cuando comencé a aprender sobre tipografía decidí también que quería cargar mis proyectos con un rasgo particular, y eso, a mi parecer, podría lograrlo de mejor manera haciendo cada una de las letras a mano. Por esta razón exploro y experimento con la letra dibujada, siento que la nobleza de las texturas y del error empatiza de una deliciosa forma con el ojo del ser humano, y de alguna manera conmueve.”
¿De dónde nace este interés por revivir un oficio tan simple, antiguo y bello? ¿Me hablas un poco de cómo vinculas el proceso manual con el digital?
Recuerdo que cuando estaba en 2do o 3er año de la carrera de Diseño, se me comenzaron a hacer insoportables las jornadas frente a los software de diseño, nunca logré hacer buenas migas con los programas gráficos, y generalmente me pasa que si algo no me gusta, no hago mucho esfuerzo para que me agrade, y en aquel momento, por rebeldía o hasta por flojera, decidí que no me llamaba la atención profundizar en las herramientas digitales, así comencé a realizar todo lo que pudiera a mano, comencé a hacerme amigo de mi escaner, y si bien, utilizaba las herramientas digitales para la edición, en gran parte lo que llevaba al software era todo hecho a mano. De esta manera, poco a poco comenzó a aflorar mi mano, mi trazo, lo descubrí, y aquello que en algún momento vi como una debilidad, se tornó un potencial que por suerte pude advertir y desarrollar.
Mentiría si dijera que lo digital no juega un rol trascendental en mi trabajo, pero ese rol tiene que ver solamente con el proceso productivo, no con el creativo, ahí es donde las herramientas digitales pueden jugarle en contra al diseñador gráfico, ya que si se comienza a proyectar en función de una herramienta digital, la creatividad estará delimitada por las cualidades de aquella herramienta o por el nivel de experticia que se tenga con ella (excepto, quizás, quienes decidieron dedicarse a la ilustración digital o a la animación, claro).
Posteriormente viene aquello que te entrega la experiencia y el aprendizaje, conocer la nobleza de los oficios y darte cuenta de la importancia del valor de tu tiempo. Esto del valor de mi tiempo es algo de lo que siempre hablo, ya que considero que para facilitar la decisión de trabajar libre de yugos es necesario llenar tu tiempo de actividades que te llenen el alma, en ese momento, el tiempo se torna “valioso” y te cuestionarás mil veces antes de vender 8 horas de tu día, sin importar la suma de dinero que te ofrezcan. Allí radica la importancia de los “pasatiempos”, de las relaciones interpersonales, de salir, pasarlo bien, jugar, hacer música, leer, pasear, caminar, hacer deporte, etc.
¿Cuáles son los procesos que hay detrás de todo el trabajo al momento de llevar del papel al computador, para luego lograr el soporte impreso final?
Todo parte de la observación y consciencia de tu entorno, de establecer relaciones, documentarte y leer bastante sobre el tema en cuestión, escuchar mucha música y conversar con gente, familia, amistades, gente anónima, todo conforma mi marco teórico de proyecto, por mínimo que parezca el proyecto, es uno mismo el encargado de que sea un proyecto gigante y cargado de sentido, de no ser así, creo que no vale la pena utilizar papel para imprimir un diseño sin una carga de sentido.
Una vez que tengo claro el espectro de trabajo, comienzo a aterrizarlo a formas. Más allá del significado abstracto de la composición (Que refiere a nociones clásicas y académicas del diseño) me interesan los mensajes que se devienen de la realidad histórica o social, me entusiasma lograr incluir un mensaje sarcástico en mis obras o lograr que esa gráfica que fue requerida netamente con fines utilitarios, pase a ser un objeto de emociones, de personalidades, una especie de espejo virtual que refleja imágenes, o más bien que “evoca” experiencias.
Al momento de materializar, siempre prefiero aquellas técnicas que requieran también la nobleza de las manos en la pintura, el guiño a la obra autogestionada siempre es más satisfactorio. De esta manera, cada vez que existe la posibilidad técnica y logística, prefiero sistemas de impresión como la serigrafía artesanal, ya que es uno de las técnicas de impresión que, a mi parecer, de mejor manera evidencia las particularidades de las piezas gráficas, a pesar de estar seriadas. Es impagable ese delicioso azar que te entrega una técnica en la que cada una de las piezas tendrá un accidente, una marca que la independiza de sus símiles. Es la herencia de la mano humana, de la perfecta imperfección, de lo diferentes y lo similares que somos al mismo tiempo.
¿Qué piensas del diseñador que vierte sus energías y ganas en el rescate de oficios de antaño?
Bueno lo principal, a mi parecer, es que todos estemos haciendo lo que realmente nos mueve el piso, lo ideal es que nos levantemos cada día con ganas de retomar nuestros proyectos. La gente a veces sonríe burlescamente cuando, un viernes por ejemplo, digo con entusiasmo “hoy día me voy a comprar una cerveza, un maní con merquén y me quedo trabajando”, pero es que en realidad para mÍ es un excelente panorama (de vez en cuando, claro). Ahora, si me preguntas qué pienso de los que optan por este tipo de oficios, me parece excelente, es muy importante aprender que es super posible realizar y materializar proyectos con nuestras propias manos, sin depender de ninguna institución ni industria externa, y aprender a generar redes de apoyo, tampoco querer hacerlas todas, es importante especializarse también, conocer tu lugar y dejar lugar también.
Texto y entrevista por: Constanza Tejada
Fotos por: Karibou Aliaga