Cuando los elementos se adhieren a la piel de un personaje el retrato se vuelve místico, se convierte en una experimentación de creación. El fotógrafo y artista colombiano revitaliza el espíritu en sus obras fotográficas.
Su trayectoria empieza profesionalmente en el año 2008, este colombiano convierte sus fotografías en retratos y en pequeñas historias que son interpretadas a través de los objetos que adquieren un valor primordial en su trabajo.
Lenguajes de características diferentes como el dibujo y la pintura estuvieron antes que la fotografía, pero fue experimentando con personas cercanas y encontró en el retrato la disciplina que quería realizar a través del foco de su lente.
Los instantes de un personaje, se reviven al observar su trabajo visual, los componentes que en un inicio tomaron fuerza en su fotografía como el movimiento corporal, expresiones faciales, se involucran con ciertas acciones que hacen ver como si se apareciera en cierto cuadro u espacio generado por la magia de la invención del artista. Algunos relacionan sus imágenes con un trabajo dedicado a la moda porque simplemente los objetos que él artista llama “ingredientes”, se convierten en prendas innovadores, colores y destellos que resaltan en la figura humana, pero lo cierto es que su trabajo involucra algo más que la moda, es como el mismo lo describe “la inmortalidad del espíritu” en un entorno imaginado por el artista que mezcla la fotografía con el arte.
Su más reciente serie titulada “Art Work vol.3” se convierte en su proyecto más personal, con referentes de corrientes artísticas como el Pop Art, el arte renacentista y el arte visual de la cinematografía, Annicharico pone al cuerpo humano como evocador de historias narradas por su composición y por los objetos que lo rodean. “Creo que el utilizar personas como elemento principal fue un recurso que el mismo tiempo fue dando y un recurso que para mí se tornó lleno de posibilidades infinitas”, dice el artista.
Sus obras fotográficas han estado exhibidas en varias bienales en Latinoamérica y galerías de Bogotá, pero actualmente, su trabajo fotográfico que incluye “Art Work vol.3” (2014) y “Art Work vol.2” (2010) hacen parte de la Bienal Internacional de Fotografía en Bogotá organizada por el Fotomuseo, evento que tiene como temática la fotografía construida, una exposición que se toma varios sectores de la ciudad para reunir los mejores trabajos fotográficos.
Para entrar más a fondo a la construcción de esta realización visual, esta vez Alejandro Annicharico le otorgó a Inkult Magazine una entrevista sobre su obra fotográfica:
Las narraciones visuales y la riqueza en elementos que exaltan la imagen se convierten en el plus de sus imágenes ¿Cómo empezó agregar estas cualidades en su trabajo?
Los elementos que existen en mis imágenes son realmente la esencia vital de mi composición, es la forma más orgánica que he encontrado para traducir mensajes. Considero en realidad que la fotografía para mi es el registro de mi composición, muchas veces me demoro más alistando lo que va a ir en la imagen que obturando la cámara.
¿Se fija en un concepto para hacer sus fotografías?
Claro que si, por ejemplo mi último proyecto “Art Work vol.3” es un material muy íntimo, es una colección de anhelos, es un tributo a mis antepasados y diría que mi declaración de amor al arte, recuerdo que cuando comencé a pensar en esta serie estaba atravesando por un momento de cambio bastante radical a nivel personal, así que la mayoría de imágenes reflejan esa transición y los sueños que se me estaban atravesando por la mente.
La fotografía artística es la construcción de una realidad ¿Podría decirse que su trabajo artístico es la representación de la visión del mundo vista por sus ojos?
El mundo del que viene mi obra lo definiría como surrealista y bastante cinematográfico, muchas veces siento que saco a los personajes de un film a un lado del set de cine para retratarlos con la cámara y luego dejarlos ir para que sigan su escena, una realidad construida.
¿Cómo es el proceso de creación fotográfica en su más reciente serie?
El “Art Work vol.3” es un proyecto que nació de la necesidad de componer algo que tuviese mi “ADN” de principio a fin. Creo que eso mismo me hizo estar presente en cada uno de los detalles que conforman este, desde el diseño de vestuario hasta los mínimos detalles de producción. Este proceso me tomo año y medio; comencé haciendo una selección de ideas, de ahí partí a hacer las maquetas y bocetos de esas historias. Después conformé un equipo junto a dos productoras para producir todas las piezas de vestuario, escenografía y utilería, equipo clave sin el cual no hubiese sido posible.
La decisión de producir en mi “fabrica” todos los elementos que irían en las imágenes fue la manera de controlar y de ser fiel a las historias que tenía en la cabeza, no quería dejar nada al azar, al menos hasta donde se me fuese posible. Al final de cuentas, todo debía fluir de forma orgánica en un punto.
¿Cuál ha sido la foto más emblemática dentro de su trabajo?
Una de las fotografías más especiales para mi es “KINETIK FIRE” de mi último proyecto (Art Work vol.3), es una imagen que relata la historia de una mujer que queda viva luego de un incendio y la cual aún está en medio del impacto casi como si una bomba hubiese estallado en el lugar. Era la forma en que quise representar la metamorfosis y la evolución a la que casi todos somos sometidos en algún momento de nuestras vidas.
Fue muy interesante ver la forma en que evolucionó, ya que al tener elementos tan abstractos en la mente, al llegar al estudio, fue una imagen que se dio naturalmente de manera muy cinematográfica y que comenzó a tomar unos matices narrativos más claros de que lo me había imaginado.
¿Cómo definiría su trabajo fotográfico?
El registro del universo Annicharico.
Si quiere conocer su trabajo en exposición, la Bienal Internacional de Fotografía de Bogotá estará dispuesta al público hasta el 15 de junio.
Aquí la página oficial del artista: http://annicharico.co/artwork/.
Texto por Sandra Fernández.