Pedro Esteban Martinez nació en 1991 en Valencia, España, donde actualmente reside. Licenciado en Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia.
Mi gusto por el arte comenzó cuando tenia unos 12 años y vi unos chicos pintando graffiti en la calle, desde entonces me llamó la atención y comencé a interesarme, paseando a menudo por los muros para ver que cosas nuevas habían hecho. Enseguida nos juntamos varios amigos con los que compartía afición y empezamos a pintar murales cada vez con mejores resultados. Como era lo que más me gustaba decidí ir mas allá y estudiar Bellas Artes, donde descubrí la pintura al óleo. Al aprender las nociones básicas de esta técnica me di cuenta que era el medio con el que mas cómodo me encontraba para expresarme. Son dos cosas distintas, cada una con sus pros y contras, pero para mi siempre han estado conectadas, es una puerta que abrí en su día, de hecho, la que me hizo empezar por este camino y que no pienso cerrar. Hay muchas mas cosas en común entre la pintura tradicional y el arte urbano de lo que la gente cree…De hecho uno de mis proyectos de fin de carrera fué la realización de un pequeño libro en el que realizaba un recorrido de similitudes entre el arte urbano y la historia de la pintura en sus diferentes etapas. Para nada descarto en un futuro combinar ambas modalidades.
Siempre me he sentido atraído por mundo de la ilustración, el comic, el graffiti y hablando de pintura de caballete los clásicos, Velázquez, Sorolla, Pinazo, los ingleses Freud y Bacon, Antonio López, Odd Nerdrum,Olga Boznańska, Peter Doig,Michaël Borremans .. y artistas actuales no muy conocidos pero con un gran nivel.
¿Cómo puedes definir el estilo de tu pintura?
Supongo que entra en el contexto de la figuración contemporánea, un movimiento que cada vez está cobrando más fuerza, formado por gente interesada en la representación de la realidad y en rescatar el modo de hacer a la antigua. Eso si, visto desde el punto de vista del ‘’hoy’’. En mi caso, salvo en los encargos nunca tengo como motivación principal el nivel de similitud con la realidad, considero el mío un estilo que se apoya en ‘aquello que vemos’ para expresarse y enfatizar en ciertos aspectos, y que intenta explotar las cualidades de la pintura como medio (dripping, empastes, tachones, veladuras, matices cromáticos…).
Háblanos un poco acerca del proceso de tu trabajo, ¿Cuánto tiempo te toma hacer una de tus pinturas?
Lo que la pintura me pide, a veces la obra llega pronto a un estado el cual considero que funciona, y otras me ‘peleo’ más con ella. Es un proceso laborioso teniendo en cuenta que es una forma de hacer basada en la tradición pictórica, más artesanal, desde el montaje del bastidor hasta la preparación del médium. Y sobretodo digo laborioso porque no tengo un objetivo claro en cuanto al nivel de acabado, el darlo por finalizado es una decisión más visceral y difícil que si el objetivo fuera acercarse lo máximo a la realidad (al menos para mi). De todas formas me uno a la gente defensora del famoso dicho de que una obra solo está terminada cuando te desprendes de ella. Todos los días pinto, me gusta tener varios proyectos a mitad. Casi nunca termino y pienso dentro de mi que lo he terminado.
¿Tienes algún tema en especial que quieras tratar con tu pintura principalmente?
Normalmente no encuentras el tema, hay cosas que te llaman la atención y elementos que vas repitiendo y cuando llevas cierto recorrido aparece como denominador común en toda la obra.. Solo sabes cual es tu tema cuando miras hacia atrás y ves lo que has hecho. Podríamos decir que el tema de mis pinturas consiste en una “abstracción de memorias” sobre el lienzo, filtrando los recuerdos por el tamiz de la conciencia, donde trato de recatar la impronta de un gesto, de una mirada, de una luz que en su fugacidad se graba en nuestra mente, porque al final y al cabo somos lo que hemos vivido y como lo hemos afrontado. Para ello suelo utilizar la figura del infante, que es el símbolo del tiempo pasado y como todos hemos sido niños alguna vez (y no tengo claro que algún día dejemos de serlo) es una buena forma de que el espectador se focalize en la temática, que por otro lado siempre intento que sea abierta.
Intento realizar un ejercicio de reivindicación de la pintura como elemento y no como un medio de reproducción de la realidad. En esto, de cara al público, los pintores abstractos nos llevan una gran ventaja, ya que no han de someterse a cuestiones como el nivel de realismo o de acabado. Todas las pinturas deberían verse con los ojos con los que se mira una obra abstracta. Valorando la armonía de color, composición, el juego matérico… Aunque parezca impensable, hoy día aún existe este problema.
¿Qué es lo que te mantiene inspirado y activo?
La plena dedicación, estar el máximo tiempo posible en el estudio que a veces no es fácil, ahora acabo de terminar la carrera y solo deseo tener tiempo para producir, probarme a mi mismo y experimentar. Por suerte he recibido encargos y he podido vender algunos de mis trabajos, lo que me va a permitir dedicar un tiempo de forma completa a la pintura. Cuando más me cuesta es cuando no he podido pintar durante unos días y vuelvo con un cuadro a mitad, por un lado está bien porque lo ves con otros ojos, pero si el resultado es positivo a veces tardas en encontrar el hilo conductor.
¿Qué proyectos tienes en puerta en días próximos?
Ahora mismo estamos preparando un catálogo de la pasada exposición ‘Palimpsesto Cap.1’, que realicé en Galeria Thema en Valencia junto a Rafael Armengol ya que dentro de unos meses si todo sale bien la muestra se podrá visitar en diferentes países. Aparte de la galería, participo en una plataforma de subastas online, estoy trabajando en mi web oficial, realizando diferentes encargos. También estoy preparando una obra de teatro titulada ‘’Ojos Negros’’ como escenógrafo. Y el tiempo que me queda lo dedico a mi producción personal, que es lo que mas me interesa y a lo que me gustaría dedicarle toda la energía, ahora mismo es lo único que necesito, pero hay que hacer un esfuerzo por mantener los vínculos con el mundo exterior y con tu gente, supongo que a todos los que estamos muy metidos en un proyecto nos tiene que pasar lo mismo, que a veces pecas de egoísta. Pero ya se sabe que el que algo quiere algo le cuesta, y aunque como haces lo que te gusta el sacrificio de ‘no tener vida’ no cuesta esfuerzo, sigue siendo un sacrificio.
Entrevista por: Bogdan Ortega
Fotos por: Pedro Esteban Martinez